Dwayne ‘The Rock’ Johnson ha acaparado todas las miradas en el Festival de Cine de Venecia, pero no por el motivo que todos esperaban. El actor ha sorprendido al público y a la prensa con un físico notablemente más delgado, una transformación radical que marca un punto de inflexión en su trayectoria y que ha sido recibida con una mezcla de admiración, sorpresa y especulación.
Sorpresa en Venecia: Un Físico Espectacularmente Delgado
El pasado 1 de septiembre, durante la presentación de su nueva película, el drama biográfico The Smashing Machine, Johnson apareció en la alfombra roja con una silueta inesperadamente estilizada. Vestido con una camisa azul claro y pantalones negros, el actor de 53 años, conocido por su imponente musculatura, lucía visiblemente más delgado, lo que desató una oleada de reacciones en redes sociales. La transformación fue tan comentada que incluso le valió un adorable nuevo apodo: ‘El Guijarro’ (The Pebble), en un juego de palabras con su famoso sobrenombre.
Acompañado por su coprotagonista, Emily Blunt, Johnson no solo promovía su película, sino que presentaba al mundo una nueva versión de sí mismo, una que se aleja del héroe de acción de gran envergadura para adentrarse en un territorio interpretativo mucho más profundo y vulnerable.
El Motivo: Encarnar a ‘The Smashing Machine’
Esta drástica pérdida de peso, estimada en casi 30 kilos (pasando de unos 136 kg a aproximadamente 108 kg), no es casual. Responde a una exigencia profesional para interpretar al luchador de MMA y UFC Mark Kerr en la película biográfica de A24, The Smashing Machine. Durante una rueda de prensa, Johnson describió este cambio como “algo que tenía muchas ganas de hacer”, expresando su deseo de desafiarse a sí mismo más allá de la imagen de estrella de superproducciones que ha definido gran parte de su carrera.
Desmintiendo los rumores sobre el uso de Ozempic que inundaron plataformas como X, el actor ha atribuido su cambio a dos factores principales: un compromiso férreo para encarnar auténticamente a Mark Kerr y la necesidad de tratar unos problemas de salud digestiva que comenzó a abordar a principios de 2024. Su transformación es, por tanto, fruto del trabajo duro en el gimnasio, una disciplina inquebrantable y una búsqueda de integridad creativa y bienestar personal, lejos de atajos o modas pasajeras.
Más Allá del Físico: Una Actuación Aplaudida por la Crítica
El esfuerzo ha merecido la pena. The Smashing Machine recibió una ovación de 15 minutos tras su proyección en Venecia, un reconocimiento que emocionó hasta las lágrimas al propio Johnson, al director Benny Safdie y al verdadero Mark Kerr, presente en la sala.
En la película, dirigida en solitario por Safdie tras su separación creativa de su hermano Josh, Johnson deja atrás su identidad de ‘La Roca’ en todos los sentidos. Se sumerge en la piel de un pionero de las MMA que lucha contra su adicción a los analgésicos mientras intenta un regreso tras pasar por rehabilitación. La crítica ha calificado su actuación como la más compleja y matizada de su carrera, demostrando que es mucho más que una estrella de cine de acción.
Aunque la premisa podría sonar a la típica película diseñada para la temporada de premios, The Smashing Machine esquiva esos clichés. No es El luchador de Aronofsky, sino un “dulce dúo” entre un Johnson notablemente natural y una Emily Blunt brillante en el papel de su novia y posterior esposa, Dawn Staples-Kerr. La química entre ambos es tan potente que consigue que la película sea inesperadamente conmovedora.
El Sello de Benny Safdie: Naturalismo y Verdad
El director Benny Safdie aplica un estilo naturalista y casi documental. Utilizando una cámara en mano y rodando en localizaciones reales como Tokio, la película a menudo se asemeja a un documental sobre un atleta sensible y atormentado. A esta sensación de autenticidad contribuye un elenco de actores primerizos y luchadores reales, como Oleksandr Usyk, que se interpretan a sí mismos o a rivales de Kerr.
Johnson, cubierto de prótesis para recrear las lesiones y el físico de Kerr, no es ni héroe ni antihéroe. Safdie le pidió que se viera más “hinchado” que “grande”, logrando una apariencia que lo hace parecer un oso de peluche gigante que ha abusado del CrossFit, vulnerable e intimidante a la vez. El resultado es una interpretación que fusiona cuerpo y espíritu, y que sitúa a Johnson como un serio aspirante en la próxima temporada de premios.
El Comienzo de una Nueva Era para Johnson
Esta película no solo redefine la imagen física de Dwayne Johnson, sino que inaugura una nueva fase en su carrera, marcada por la búsqueda de la autenticidad y una mayor profundidad creativa. Mientras muchos elogian su audacia a los 53 años, argumentando que un físico más funcional podría alargar su carrera y abrirle las puertas a papeles más exigentes emocionalmente, a otros les preocupa que este cambio físico pueda poner en peligro un futuro regreso a la WWE, donde se suele exigir un físico de mayor tamaño.
En última instancia, The Smashing Machine deja al espectador con un respeto renovado por Johnson como actor, revelando las capas que siempre existieron bajo la superficie del coloso de las superproducciones de Hollywood.